No hay vuelta atrás, la transformación digital de la industria eléctrica es imparable y necesaria. Recientemente durante Solar Power International (SPI) y su hermana milennial Energy Storage International (ESI), fue posible ver como la industria de energía empieza a tomar rumbo y capitalizar en una dirección muy parecida al de las telecomunicaciones o lo que fue el inicio del internet hace más de 60 años.
Las premisas del cambio son constantes y repetitivas en todas las latitudes, como siempre en los países desarrollados, el cambio está mucho más asociado a la velocidad de la adaptación regulatoria a las nuevas tecnologías y la nueva realidad operativa de las redes eléctricas. En los países como México, ya se trabajan los borradores de lo que será el Smart Grid local según lo definió la SENER en el PREI (Programa de Redes Eléctricas Inteligentes).
¿Cuáles son las razones que aceleran este cambio tan necesario? Con diferentes magnitudes las razones son comunes en todo el planeta, no hablo de efectos meteorológicos o calentamiento global, las cuales también son muy comunes hoy en día. Hablo de decisiones contundentes y cada vez más frecuentes que, inclusive a los que estamos en la industria, no nos dejan de sorprender. Antes que China dijera la semana pasada que se preparaba para prohibir la producción y venta de vehículos de combustión interna, el incremento en el consumo de energía eléctrica por la electrificación masiva del transporte se estimaba en 40%. Pero parte de este incremento se mitiga con eficiencia la cual requiere IoT, termostatos inteligentes e inteligencia artificial. Con base en las referencias de Alemania, el potencial de eficiencia energética para un país en vías de desarrollo puede ser hasta de 29%. Por otra parte, la alta penetración de renovables intermitentes, tanto a gran escala como a nivel distribuido cumplen el rol de tener una matriz energética limpia, forzando la necesidad de flexibilidad y resiliencia de operación de las redes. Todas son realidades haciendo una fila para buscar soluciones en cada mercado en donde llegan.
Durante SPI en la conferencia del CEO de Vivint Solar, David Bywater, quedó clara su visión para construir esta nueva realidad: colaboremos. Las implicaciones para las grandes empresas eléctricas son varias, estas van desde quedarse completamente desactualizadas y proteger su status quo (hace 60 años sería equivalente a decir que el internet no cambiaría al mundo), o participar e incentivar la construcción de las bases operativas y regulatorias de la gestión Transaccional de la Energía, también conocida como ENERNET. La cual se basa en la forma que opera la industria de telecomunicaciones. Muchas variables, muchos servicios, muchos participantes, muchos problemas en tiempo real, 100% diseñado para atacar la demanda y no basado en cuotas de capacidad y centralización.
Pero, ¿cuáles son las implicaciones para los productores independiente de energía, las startups, los desarrolladores de nuevas tecnologías y cualquier otro que vea el tamaño de la oportunidad? Desde mi punto de vista, los Amazon, Google, Twitter, eBay del mundo transaccional de la energía, existen hoy como nano empresas o serán incubadas en los próximos años. De la misma forma que cuando empezó el Internet, las grandes publicaciones impresas fueron las primeras en sentir la disrupción, luego el minoreo, la banca, etc, etc; es difícil proyectar el alcance y las oportunidades de negocio que traerá el internet de la energía, solo hay que abrazarlo como una fuera imparable.
Llevando al límite este vis-à-vis, en el Internet de hoy la industria de publicidad es la gran ganadora, en parte porque todas las demás necesitan de ella, su ventaja de costos y precisión. En el ENERNET del futuro, todos deben converger en el Almacenamiento de Energía, la apuesta ganadora, sin lugar a dudas.