¿Qué tienen en común un hotel, una cadena de restaurantes, una embotelladora de bebidas, un productor de tequila, una cadena de cines, una cantera o una cadena de autoservicios en México? Tienen en común su intensidad energética, su necesidad imperativa de mantenerse competitivos, y su compromiso social con el medio ambiente y su gente. Si partimos de la base que la energía es una materia prima crítica para cualquiera de estos negocios (y muchos otros), y que la optimización de la misma es una palanca que mejora la rentabilidad del negocio, sería fácil concluir que cualquier esfuerzo de Digitalización Energética está diseñado para traer un beneficio puntual, rápido y sostenido al negocio. En una entrada anterior hablamos sobre la importancia de comenzar a pensar en Digitalización Energética dentro de las empresas.
Antes de entrar en lo específico y teóricamente plausible de ir del punto A) Digitalización Energética: definida como la capacidad de transformar en ceros y unos el consumo de cualquier recurso energéticos, al punto B) Optimización de recursos energéticos, ahorros a través de la explotación y correlación de data convertida en información accionable, demos un paso hacia atrás y hablemos sobre Hannover Messe 2018. Celebrada del 23 al 27 de Abril, la Hannover Messe (Feria de Hannover) de este año puso dos temas bajo los reflectores: Industry 4.0 y Energy Digitalization, además de la presencia de México por primera vez como Partner Country y la inauguración de la feria por el Presidente Peña y la canciller Merkel.
Al caminar por la feria, los pósters gigantes de marcas como Siemens estimulaban a los presentes a visitar su exhibición con textos como “Did you know that digitalization could make Mexico one of the five most influential economies in the world?“. Al ver las exhibiciones, escuchar ponencias y llevar a cabo algunas reuniones que incluyeron a Siemens, Schneider Electric, IBM, ABB, así como a otros jugadores como startups y universidades, es conclusiva, en mi opinión, la irreversibilidad de la nueva realidad del mercado energético y cómo literalmente nuestra relación individual con la energía será digital a todo nivel.
De forma estratégica, es fácil ver las “3 D’s” que Siemens y otros plantean como las fuerzas del mercado: Decarbonización, Decentralización y Digitalización. Sin embargo, la pregunta específica que me permití hacer fue sobre la cuarta “D”: Disrupción. Si nos referimos a la cortísima historia de la transformación Digital de nuestra generación, la Disrupción ha sido ese factor común; esa ola que, cuando toca la orilla, toma desprevenidos a muchos que cómodamente toman el sol y una bebida fría, barriendo con su fuerza a los incumbentes. Creo que no es necesario explicar cuántas empresas se ha llevado la resaca en nuestra generación.
Pero regresemos a nuestros puntos A) Digitalización y B) Optimización y tratemos de identificar por dónde viene la ola de Disrupción en nuestra industria. En mi opinión, la mayor disrupción está en lo que separa a A de B, llamado Adopción o Transformación digital. Visto de otra forma A es (será) un commodity y B será siempre la barra con que medimos; lo que los separa será el diferenciador. La respuesta vehemente de los incumbentes es que la automatización de operaciones y procesos, la inteligencia artificial, los bots, el transporte autónomo serán los encargados de asegurarse que cualquier uso no-óptimo de un recurso energético se convierta en óptimo, tomando en cuenta todas las variables de negocio. A estas aseveraciones caben preguntas como ¿y en cuanto tiempo? ¿y qué tipo de talento se requiere? ¿y cuánto cuesta? ¿es democrático para cualquier comercio o industria o solo para aquellos que lo pueden pagar o están más cerca de Industry 4.0?. Evidentemente estas soluciones vendrán para algunos, de la misma forma que hoy en día los grandes jugadores de la industria se enfocan en ofrecer su tecnología a aquellos que la pueden pagar. Sin embargo, aún no muestran claridad en cómo cerrar la brecha hacia otros segmentos de mercado que ya adoptan la digitalización energética y que también entienden que sin Adopción y Transformación de su modelo operativo, no hay beneficios en el corto, mediano y mucho menos en el largo plazo. Esta cicatriz que ha dejado los intentos fallidos de Transformación digital en otras áreas del negocio, son visibles para líderes que anticipan y aprenden de los cambios en sus organizaciones.
¿Qué tienen en común hoy empresas Mexicanas de Hotelería, Restauración, Embotelladoras, Cines, Cemento, Autoservicios? En primer lugar, están adoptando Digitalización Energética (A) y generando beneficios en corto plazo (B), en segundo lugar, lo hacen empoderando a su gente con información y tecnología que facilita la toma de decisiones para optimizar el uso de recursos energéticos sin poner nunca en riesgo el servicio o sustituyendo responsabilidades con tecnología, esto siempre con una conexión clara al beneficio económico del negocio y el suyo individual. A su vez, preparan a la organización para un futuro energéticos más complejo (decentralizado, decarbonizado y aún más digital), y, por último, están logrando de forma concreta un impacto social y ambiental medible, no solo logrando productos y servicios con menor huella de carbono y más competitivos, si no también con talento humano que encuentra más sinergia entre su propósito individual y el de la empresa a través de acciones concretas que, claramente, colocan al factor humano, y no a la tecnología, al centro de la solución.